Teta de novicia.
Después de la peluquería, de vestirme de marca, y ponerme todas las joyas, he ido a misa, he visto las procesiones, he rezado por los pobres negritos del África, y me he tomado unas rabas con dos Martinis.
Tras el aperitivo, a comer un Rape, un poco de pulpo, y una buena botella de Txakolí.
Qué fácil y cómodo resulta ser católico, ¿verdad?
Con estar apuntado ya vale, y si tienes dinero, mejor.
Para los que preferís un buen vídeo relajante de Long, a toda esta farsa, os dejo esto, teta de novicia, y nunca mejor dicho.
2 comentarios
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Víctor. -
Un saludo desde http://elveranosinfin.blogspot.com/