Cada uno en su sitio.
La verdad es que cuando he llegado hoy a Laida temprano, el cansancio acumulado, y el tamaño y desorden del mar, no incitaban mucho a ponerme el neopreno mojado del bañazo del día anterior.
En el agua solo un persona, el desapacecido Josebita, que he sabido que era él al llegar al pico.
Me ha costado bastante entrar, ya que la marea estaba muy alta, y con mi Wombat 6´4”, la remada se hacía dura.
Por fin en el pico, las series entraban grandes, cada una por un lado, por lo que el baño no era del todo agradable, pero algo haríamos, estaba ansioso por probar mi tabla con ese tamaño.
Después de coger tres olas bastante mediocres con buen tamaño, pero no muy buenas, aprovecho un barealdi para llegar de nuevo al pico, que estaba lejos, muy lejos.
Llega la serie, grande, unos dos metros, dejo la primera para ver la siguiente, pero la siguiente era más grande, esta vez la subida del windguru era acertada, marcaba 2,4 metros y más o menos así era, me caza obviamente, suelto la tabla, ya que no es fácil pinchar con una tabla tan gorda y ancha, buceo, y… ¡crash! rompo el invento y la tabla se va con las olas hacía las rocas.
En un primer momento esta era mi única preocupación, después me he dado cuenta que con la marea tan alta, el tamaño de las olas, la corriente, y la orilla a ni sé cuantos metros de distancia, me veía en el medio del mar dando por hecho que me quedaba sin mi tabla nueva, solo con tres baños.
Después de nadar un rato, he realizado señas a uno de los piragüistas locales que estaban entrando, y tras ver que mi situación era buena y que estaba todo controlado, ha ido hacia mi tabla, ya que yo a ras de mar no veía donde estaba.
He creído conveniente hacer que alguien me viera en la situación que estaba, por si acaso, ya que Joseba ya había salido del agua, y en ese momento estaba solo en el pico.
Por suerte, como la marea estaba subiendo, y además con fuerza, la salida del agua no ha sido tan dura, y más suerte todavía a sido que justo antes de las rocas la marea había creado una pequeña piscinita que ha disipado la energía de las olas, no dejando que la tabla fuera hasta las rocas, por lo que al final, salida exhausto del agua, pero con la tabla sin un solo toque.
No recuerdo el nombre del piragüista, soy la leche, todas las semanas con él en el agua, y ahora no recuerdo su nombre. Muchas gracias.
Es increíble el consumo de energía que se gasta en una situación así, controlada, en buen estado de forma, favorable por la marea, pero que te hace llegar reventado a la orilla.
Laida no es una buena playa para romper el invento y quedarse sin la tabla, las corrientes son muy fuertes y con marea alta estás muy lejos de la orilla.Es una playa en donde las subidas y bajadas de marea son muy acentuadas, y teniendo la desembocadura de una ría al lado, (Mundaka), las corrientes son muy fuertes para salir nadando.
Fotografía de: albertogurpil, Laida desde Mundaka, con Ogoño al fondo.
9 comentarios
FredOviedo -
gurpil -
Habrá que seguir ptobando la Wombat, hoy la he puesto en singlefin, a ver que tal.
trikinoix -
castillo -
saludos
evolart -
La mar reclama respeto.
gurpil -
Joserra -
gurpil -
Asier -